Alemania apuesta por la inversión pública pero respetando el ajuste fiscal | Economía | Cinco Días

2022-05-30 09:16:28 By : Mr. David chen

La tasa interanual del IPC subió cuatro décimas en mayo, hasta el 8,7%  »

Alemania tendrá un nuevo Gobierno desde el 6 de diciembre, tras 16 años de la era de Angela Merkel. Socialdemócratas, verdes y liberales llegaron ayer a un acuerdo tripartito inédito que encumbra al líder del Partido Socialdemócrata (PSD), Olaf Scholz, como canciller del país, 59 días después de que su partido ganara las elecciones.

Con un mensaje centrado en la “fe en el progreso”, el vicecanciller y ministro de Finanzas saliente, Scholz; Annalena Baerbock y Robert Habeck –líderes de Los Verdes– y el liberal Christian Lindner cerraron un pacto de coalición que promete incentivar el crecimiento económico de Alemania, mediante un amplio plan de inversiones, sin descuidar el control sobre la deuda y el ajuste fiscal.

El mensaje mixto se deriva de un Gobierno que dejará en manos del PSD la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales, mientras que el Partido Democrático Libre (FDP) encabezará el Ministerio de Finanzas. Por su parte, Alianza 90/Los Verdes prevé controlar el enfoque ecológico y sostenible de las inversiones desde el Ministerio de Economía y Clima y la cartera de Medio Ambiente.

Entre las medidas del acuerdo de coalición, compuesto por 177 folios, el tripartito plantea una subida escalonada del salario mínimo, desde 9,60 a 12 euros por hora, lo que mejorará los ingresos de 10 millones de personas.

“Elevaremos el salario mínimo y crearemos un derecho laboral moderno, que implique seguridad y una flexibilidad negociada de forma justa”, señala el programa, que también propone mantener estables las pensiones.

En todo caso, el liberal Lindner se cuidó en advertir de que se cumplirá con el freno de la deuda anclado en la Constitución y que se aliviará fiscalmente “a la gran mayoría” sin crear “cargas adicionales en otros sitios”.

Scholz anunció inversiones “masivas” para modernizar la administración y fortalecer las infraestructuras de fibra óptica y telefonía móvil en el país, así como impulsar la construcción de 400.000 nuevas viviendas al año.

Los socios alemanes se han comprometido, además, a “refundar la economía social del mercado”, pasando por su transformación hacia una economía social y ecológica. Entre los principales hitos de lo que la líder verde Annalena Baerbock ha definido como un “cambio de paradigma”, el programa de coalición anuncia el abandono del carbón para 2030, ocho años antes de lo previsto, aunque no acordaron incrementar los objetivos para la reducción de emisiones.

“Vamos rumbo al objetivo de los 1,5 grados,” explicó Robert Habeck, indicando que se impulsará una industria “climáticamente neutral” donde las renovables serán el pilar de la producción energética, mientras que los certificados para la emisión de CO2 no bajarán de los 60 euros.

En el acuerdo, los partidos también rescatan la importancia de asegurar la estabilidad de precios para la prosperidad de Europa. “Nos tomamos muy en serio las preocupaciones de la gente sobre el aumento de la inflación”, señala la coalición, que hace un inciso para afirmar que el Banco Central Europeo (BCE) “puede ejercer mejor su mandato”, enfocado en controlar los precios, “cuando la política presupuestaria de la Unión Europea” y de los Estados miembros cumple con sus responsabilidades”.

“Queremos fortalecer y profundizar la unión económica y monetaria. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) ha demostrado su flexibilidad”, agregan los partidos alemanes, quienes precisan que ese instrumento “debería ser más simple y transparente”.

Impacto en la UE. El pacto del semáforo, como se conoce a la suma de colores de socialdemócratas, verdes y liberales, para formar Gobierno en Alemania se esperaba con expectación en toda la Unión Europea por el peso decisivo que el Ejecutivo germano promete tener en el rediseño de las reglas fiscales. Suspendidas hasta 2023 por la pandemia, estas reglas venían fijando los objetivos máximos de déficit público, del 3%, y la deuda, del 60%, umbrales a partir de los cuales se aplicaban ajustes. La UE discute ahora su flexibilización tras la crisis del Covid-19 y se debate entre otras cosas si dejar fuera del cómputo las inversiones verdes y digitales. Con un canciller socialdemócrata, Alemania parece proclive a suavizar los ajustes, pero el hecho de que la silla de Finanzas la ocupe el líder liberal promete que habrá un férreo control a cambio.