Guía definitiva: cómo elegir una impresora 3D | Hardware libre

2022-05-30 09:05:56 By : Mr. Robert I Wu

Cuando te asaltan dudas a la hora de comprar, no hay nada mejor que conocer las características más importantes y qué tipo de impresora es la mejor para cada caso. Y eso es exactamente lo que te mostramos en esta guía: cómo elegir una impresora 3D. Además, también podrás aprender algunos de los primeros pasos tras la compra de un equipo antes de la primera impresión.

Antes de preocuparse por la marca y modelo de impresora 3D que vas a comprar, lo primero es hacerse una serie de preguntas para comprender qué tipo de impresora 3D necesitas. Pues bien, esas cuestiones esenciales son:

Con esto ya deberías tener más claro qué es lo que realmente necesitas, y ahora sí se podría pasar a ver cómo elegir la mejor impresora 3D para tus necesidades.

Una vez sabes qué tipo de impresora necesitas, y el rango de precios al que te puedes ajustar, lo siguiente es comparar los modelos que entren en ese rango y saber cómo elegir la mejor impresora 3D. Para esto, deberás ir haciendo un escrutinio de las características técnicas de cada una:

Como se puede apreciar en la imagen, hay una misma figura impresa en 3D con diferentes resoluciones, desde la peor resolución a la izquierda hasta la mejor a la derecha. Salta a la vista que mientras mejor sea la resolución y precisión de la impresora 3D, más óptimo será el resultado y más suave será la superficie.

Cuando veas las especificaciones técnicas de un modelo de impresora 3D, debe indicar cuál es la resolución máxima que alcanza (a veces referenciado como altura Z). Mientras menor sea el número de micrómetros, mayor será la resolución. Generalmente, las impresoras 3D suelen ir desde los 10 micrones hasta los 300 micrones de altura de capa. Por ejemplo, una impresora de 10 µm puede hacer detalles de hasta 0.01 mm, mientras que el nivel de detalle será inferior si la impresora tiene 300 micras (0.3 mm). 

Según la tecnología de impresión y del modelo de impresora 3D, puede obtenerse más o menos velocidad de impresión. Mientras mayor sea la velocidad, más rápido terminará de imprimir el modelo. Actualmente puedes encontrar impresoras que van desde los 40 mm/s hasta los 600 mm/s, e incluso más en el caso de las industriales, como la HP Jet Fusion 5200 que puede imprimir 4115 cm3/h. Lo recomendable es elegir una velocidad de al menos 100 mm/s como mínimo, es decir, que genere volúmenes a una velocidad de 100 milímetros cada segundo.

Evidentemente, mientras mayor sea la velocidad de impresión y más modelos se puedan procesar simultáneamente, más costará el equipo. Sin embargo, en caso de uso industrial, compensa esa inversión para poder mejorar la productividad.

Otro factor importante sería determinar cuál es el tamaño del modelo impreso que se necesita. Algunos pueden ser de tan solo unos centímetros y otros muy superiores. En función de eso, habría que elegir una impresora de mayor o menor tamaño cuando nos referimos al área de construcción.

El volumen de impresión se suele medir en centímetros o en pulgadas. Por ejemplo, algunas para uso doméstico suelen ser de unos 25x21x21 cm (9.84×8.3×8.3″). Sin embargo, existen tamaños por debajo de esas cifras y también por encima. Por ejemplo, una de las impresoras 3D más grandes del mundo puede crear objetos impresos de 2.06 m³.

Cuando se habla de impresoras 3D de extrusión o deposición, una de las partes más importantes a la hora de elegir es el inyector de material. De el van a depender algunas prestaciones, incluida la resolución. Ésta parte está compuesta de otras partes esenciales:

Es una pieza clave, ya que se encarga de fundir el filamento por temperatura. La temperatura alcanzada dependerá de los tipos de materiales aceptados por la impresora 3D y de la potencia de la misma. Además, estos componentes suelen disponer de un disipador de calor y un sistema de refrigeración activo por aire para evitar sobrecalentamientos.

Esta otra parte va roscada a la punta caliente, como se puede ver en la imagen, así como otras 5 de repuesto. Es la apertura del cabezal de impresión 3D por donde sale el filamento fundido. Es una pieza que puede ser de latón, acero endurecido, etc. Los hay de diferentes tamaños (medidos en milímetros de diámetro, p.e.: el estándar 0.4mm):

El extrusor está al otro lado de la punta caliente, y es el que se encarga de extruir el material fundido, y comprende varias partes de la «garganta» o recorrido que hace el material fundido. Se puede encontrar varios tipos:

Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Basic-diagram-of-FDM-3D-printer-extruder-a-Direct-extruder-b-Bowden-extruder_fig1_343539037

Cada uno de estos métodos de extrusión tiene sus ventajas y desventajas:

No todas las impresoras 3D cuentan con una cama caliente, aunque se pueden comprar por separado. Este soporte o base es sobre la cual se imprime la pieza, pero tiene una particularidad con respecto a las bases o camas frías. Y es que se calienta para hacer que la pieza no pierda temperatura durante el proceso de impresión, consiguiendo una mejor adherencia entre capas.

No todos los materiales necesitan de este elemento, pero algunos como el nailon, HIPS, ABS, etc., sí que deben tener una cama caliente para que las capas se peguen adecuadamente. Otros materiales como el PET, PLA, PTU, etc., no necesitan de este elemento, y usan una base fría (o la cama caliente es opcional).

En cuanto al material de la plancha, los dos más habituales son el aluminio y el cristal. Cada uno de ellos con sus pros y contras:

Dado que la impresora 3D de filamento, y otras tecnologías, necesitan de una fuente de calor que funda el material, algunas zonas del cabezal se van a calentar de forma considerable. Por eso, es importante tener un buen sistema de refrigeración para tratar de mantener la temperatura controlada. Y para ello están los ventiladores para impresoras 3D.

Los hay de diferentes tamaños y tipos y, por lo general, todas las impresoras 3D tienen sistemas de refrigeración acordes a las necesidades del modelo. Pero si la temperatura es demasiado excesiva (medida en la sonda con sensor térmico del cabezal de extrusión), entonces, deberías plantearte cambiar a un mejor sistema. Para evitar este gasto extra, observa bien los detalles referentes a esta parte de tu futura impresora.

Esto también se puede entender como un extra, aunque cada vez es más frecuente para streamers o youtubers que graban las sesiones de impresión 3D para crear tutoriales, para mostrar cómo han creado alguna pieza, o esos fantásticos timelapse que se pueden ver en la red.

Estas cámaras puede que vengan incluidas en algunos modelos de serie, pero en la mayoría de los casos habrá que comprarla de forma independiente. Algunos usuarios llegan a instalar varias para obtener vídeo desde diferentes perspectivas, o para capturar imágenes desde varios ángulos.

También deberías tener presente si quieres la impresora 3D totalmente terminada, para poderla usar desde el momento en el que hagas el unboxing, o si te gusta el DIY y tienes mañana para estas cosas y te gustaría montarla tú mismo con algún kit de los que venden.

Las ya montadas suelen ser algo más caras, pero evitan tenerla que montar tú. Los kits de montaje son algo más baratos, pero tendrás un trabajo extra por hacer. Además, en muchos casos no hay opción de kit, sino que directamente venden la máquina completa, como es el caso de las industriales y otras marcas para uso particular.

En el apartado anterior me centré especialmente en las de filamentos. Pero existen algunos casos particulares para los que también deberías saber cómo elegir la mejor impresora 3D:

Por supuesto, algunas de las cosas dichas para la impresora 3D de filamento también sirven para estas otras, como el tema de la velocidad de impresión, o de la resolución. Sin embargo, estas otras impresoras carecen de ciertas partes, como el inyector, cama caliente, etc. Por ese motivo, si tu elección es una impresora de resina, deberás considerar estos otros puntos:

Por lo general, este tipo de impresoras va a tener una mejor calidad de acabado que la de filamentos, con superficies mucho más suaves, con mayor precisión y menor necesidad de pos-procesado.

También comparten similitudes con las de resina o las de filamento, ya que pueden basarse en las mismas tecnologías. En cambio, estas bioimpresoras también tienen otras particularidades a considerar:

Las impresoras 3D industriales o para uso profesional también pueden ser de filamento o resina, o basarse en tecnologías similares a las impresoras 3D para uso particular. Por tanto, muchos de los puntos citados anteriormente también son aplicables a éstas. Pero existen algunas divergencias:

Incluso, en ocasiones, es probable que cada sector industrial necesite sus propias características particulares y se debe crear una impresora 3D exclusiva.

La pregunta de cuánto cuesta una impresora 3D es muy frecuente. Pero no tiene una respuesta simple, ya que depende mucho del tipo de tecnología, de las prestaciones, e incluso de la marca. No obstante, te puedes dejar orientar por estos rangos aproximados:

Debes saber que existen varios servicios de impresión 3D online, para que ellos se encarguen de la impresión del modelo que le envíes y te manden por mensajería el resultado a la dirección que elijas. Es decir, una alternativa a tener una impresora 3D propia. Esto podría ser positivo en casos en los que solo se desee una impresión eventual, por la que no compense comprar el equipo, o para algunos casos en los que se necesita una pieza específica que solo es posible con un modelo de impresora industrial caro.

Algunos servicios conocidos y recomendables son:

En cuanto a los costes, no todos los servicios son iguale de transparentes en la forma de calcular los precios, pero generalmente se basan en la suma de:

La forma de operar de estos servicios suele ser muy simple:

Por supuesto, estos servicios tienen sus pros y contras:

Al igual que cuando elijes una copistería para imprimir tus papeles lo haces en función del precio, calidad, tipo de papel aceptado, color, etc., también hay algunos factores en los que deberías fijarte. No es tan simple como entrar en la página web del servicio y hacer clic.

Para elegir el mejor servicio de impresión 3D para tu caso:

No existe un procedimiento genérico para instalar cualquier modelo de impresora 3D. Por eso, lo mejor es que leas el manual de tu impresora para obtener más detalles, o la wiki o documentación en caso de ser una impresora 3D open-source. Sin embargo, el procedimiento genérico que se ajusta a la inmensa mayoría consta de estos pasos:

La impresora 3D debería funcionar. Si no lo hace, revisa que:

Ahora que tu impresora 3D está instalada y se supone que funciona, es el momento de realizar tu primera impresión 3D de prueba. Para ello, imprime algo muy sencillo, tan solo para comprobar el buen funcionamiento. Puedes usar un Hello world! u ¡Hola mundo!, que no es más que una figura geométrica simple y de pequeño tamaño, como puede ser un cubo de 20x20x20mm. Si la forma y dimensiones son correctas, tu impresora estará OK.

Antes de imprimir, recuerda de realizar dos pasos previos muy importantes:

En cuanto a los pasos para imprimir un modelo 3D, son muy similares a los que sigues para imprimir en papel con una impresora convencional:

Estos pasos pueden variar levemente en cada software, pero no es complicado en ningún caso.

Has impreso una pieza que ya no necesitas, tal vez una impresión quedó a medias o resultó defectuosa, te ha sobrado algo de filamento,… Si te ocurre algo de esto, deberías saber que se puede reciclar el plástico de la impresora 3D. Para poder hacerlo, tienes varias posibilidades:

La respuesta rápida es sí, es posible convertir una impresora 3D en una máquina CNC. Pero el procedimiento puede variar mucho en función del tipo de impresora y también del tipo de herramienta CNC que desees emplear (fresado, taladrado, corte…). Además, desde HWLIBRE no te lo recomendamos, ya que puede anular la garantía o dejar inservible tu impresora.

Por ejemplo, imagina que deseas hacer un fresado superficial, para ello, deberás montar un motor eléctrico con su fuente de alimentación en el cabezal de la impresora 3D en el lugar del extrusor. Incluso existen soportes para este tipo de proyectos listos para imprimir. En el eje del motor, deberás emplear una punta de fresado o broca, y lo demás será enviar un proceso de impresión con el diseño que quieras tallar a tu impresora, y el cabezal se moverá para dibujarlo, con la diferencia de que, en vez de ir agregando capas de material, el motor irá tallando el dibujo en la madera, plancha de metacrilato, o lo que sea…

El contenido del artículo se adhiere a nuestros principios de ética editorial. Para notificar un error pincha aquí.

Ruta completa hacia el artículo: Hardware libre » Impresión 3D » Guía definitiva: cómo elegir una impresora 3D

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Acepto los términos de privacidad* Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios. Legitimación: Tu consentimiento Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE) Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios. Legitimación: Tu consentimiento Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE) Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.