Opinión: “Hola, vengo por el recall”

2022-09-10 07:01:51 By : Ms. TOYO TOYO

Hace más de 30 años que trabajo como periodista de autos y llevo más de 15 publicando notas sobre recalls de en Argentina (ver archivo). Sin embargo, esta fue la primera vez que me convocaron para un “llamado a revisión” de un auto propio.

Escuché hablar por primera vez sobre recalls en una de mis películas favoritas de todos los tiempos: “The Fight Club” (1999). Edward Norton, el protagonista, trabaja como "Coordinador de Recalls" y se especializa en aplicar una fórmula para determinar cuándo una automotriz debe convocar a un llamado a revisión. No te voy a spoilear nada más, porque la explicación es tan divertida como truculenta.

Esta medida -conocida también como “Campaña de Saneamiento”- se implementa cuando una marca detecta un defecto de fábrica en un auto. El pasado 15 de abril, Toyota Argentina convocó a un recall para los GR Yaris vendidos en nuestro país. Entre los números de chasis de las unidades afectadas figuraba el ejemplar que pertenece a la “Colección de Autoblog” (leer historia).

El aviso se publicó en un día feriado, “Viernes Santo”. Intenté llamar al 0800 del aviso, pero una grabación me invitó a llamar al lunes siguiente. Publiqué la nota sobre el recall en Motor1 (ver acá), la compartí en las redes sociales y el aviso no tardó en llegar al grupo de WhatsApp donde estamos varios propietarios de GR Yaris en Argentina. Al minuto, Emanuel Pigoni, titular de GR Garage del Pilar, se ofreció a anotar a todos los usuarios afectados. En esos detalles de atención personalizada se nota el “Toque Gazoo Racing”: los clientes de la división deportiva tienen contactos de postventa hasta en la víspera de Pascua.

Como viene ocurriendo con la mayoría de los recalls de diversas marcas en la Argentina, entre la publicación del aviso y el turno para concurrir al taller transcurrieron varios meses. La publicación cumple con la misión de alertar al cliente sobre el problema, pero después es necesario capacitar a los técnicos encargados de repararlo y lograr que lleguen al país los elementos necesarios para resolver el defecto.

Ayer me tocó por fin el turno y llevé mi GR Yaris a GR Garage del Pilar, ubicado junto a Toyota del Pilar.

El aviso original del recall decía: “Los vehículos alcanzados por esta campaña se encuentran equipados con sistemas de asistencia a la conducción que, eventualmente, podría funcionar de manera inadecuada por la calibración de sus sensores. De surgir esta situación, podrían verse afectadas las funcionalidades del mencionado sistema. A todo evento, Toyota Argentina destaca que Toyota Safety Sense integra diferentes sistemas de seguridad activa, los cuales se encuentran diseñados para asistir al conductor, no sustituirlo. El conductor debe mantener en todo momento el control de su vehículo y es responsable de su conducción, por cuanto este sistema no reemplaza la conducción segura. Si bien no tenemos registros de esta situación, en forma preventiva, Toyota Argentina solicita a los propietarios de dichos vehículos que se contacten a los efectos de coordinar el chequeo de los sistemas involucrados, de manera gratuita”.

1. Recepción: Como me habían asignado un turno, al llegar al estacionamiento del GR Garage del Pilar me recibieron con mi nombre y una carpeta con la orden de trabajo, donde estaban todos los datos de mi auto y del servicio a realizar. Me informaron que el servicio sería gratuito -como ocurre con todos los recalls- y que el trabajo no demoraría más de 45 minutos. Me invitaron a pasar a un bar, donde había café y bebidas frías a libre demanda. En varios lugares me encontré con un cartel, repetido en escritorios y otros sitios del concesionario: Toyota aún busca a usuarios de los Corolla, Fielder, Hilux, SW4, Etios, Rav4 y Avensis para realizarles un recall por los airbags defectuosos de Takata (leer más).

2. Preparación: El auto fue ingresado al GR Garage, que es un pequeño showroom que también funciona como taller de diagnóstico. De esta manera, cada vez que entra el auto de un cliente, queda expuesto en medio de un salón rodeado de accesorios y merchandising de Gazoo Racing. Un señor, que había ido al vecino Toyota Del Pilar a preguntar por una Hilux, me preguntó si mi auto estaba a la venta: “No, Juan. Lo lamento”.

3. Protección: La butaca del conductor fue cubierta con una funda y se envolvieron con film de plástico el volante, la palanca de cambios y el freno de mano, para evitar ensuciarlos. Se abrió el capot y se colocó un protector para evitar rayar la carrocería.

4. Estabilización de tensión: Como el recall consistió en el chequeo y eventual recalibración del software del Safety Sense, se conectó a la batería del auto un estabilizador de tensión y se realizó todo el trabajo con el contacto conectado (pero con el motor apagado).

5. Chequeo de falla: Se conectó el escaner al auto (con el toma ubicado bajo el volante) y lo primero que se hizo fue verificar el funcionamiento del Safety Sense. El aviso indicaba que, en las unidades afectadas por el recall, “eventualmente” el Safety Sense “podría funcionar de manera inadecuada por la calibración de sus sensores”. En el caso de mi unidad, funcionaba bien: “Hasta ahora, todas las unidades que chequeamos en Argentina dieron ok. Pero el recall se realizó a nivel mundial ante la sospecha que podría haber un mal funcionamiento en estas unidades”.

6. Recalibración: A pesar de no tener la falla, con el mismo escaner se recalibró la cámara de reconocimiento frontal (ubicada en el parabrisas) y el radar de ondas milimétricas (en la parrilla). Fue interesante ver cómo, mientras trabajaba el escanner, el tablero del auto se encendía con indicaciones que nunca había visto en casi un año de uso.

7. Cambio de manual: Cuando el escaner completó las recalibraciones, se procedió al cambio del manual de usuario. En el taller se quedaron con la edición Z-1 y me entregaron la nueva Z-2, que informa que esta unidad ya completó el recall.

8. Lavado y entrega: Me preguntaron si estaba apurado y, como no tenía otro compromiso, me invitaron a tomar un café y a charlar con el mismísimo Emanuel Pigoni, mientras lavaban mi auto. Me contó sobre su hobby sobre el drifting y sobre su experiencia de haber manejado su GR Yaris en la arena. Hasta ahora, probé mi auto en pista (ver nota) y tierra (ver nota). ¿Pero arena? Me entregaron mi GR Yaris limpito y reluciente. Creo que no va a durar mucho tiempo más así.

En el Twitter de @Motor1Argentina